¿Que se vayan o que se queden? Ese es el dilema
Esta pregunta me la planteo cada vez que pienso sobre la rápida partida de los jugadores sudamericanos a los clubes del viejo continente, especialmente en los casos de Argentina y Brasil, donde temporada tras temporada vemos jugadores que a sus cortos 20 años (a veces menos) migran a países más poderosos, que les ofrecen crecer tanto en la parte profesional como en la económica.
Otro punto importante para analizar es que el índice de debutantes por campeonato es un número en crecimiento, y son jugadores cada vez más jóvenes los que tienen que hacer su presentación en primer división, algunas veces porque su habilidad exige ser explotada, pero muchas otras por simple necesidad de los clubes, que ven partir a su jugador titular, y para no hacer un gasto mayor, hacen debutar a un prematuro chico de las inferiores, quien no solo debe cargar con el peso de que su familia tiene puesta toda su esperanza para “salvarse” económicamente, sino que además debe soportar las presiones que viven los futbolistas en la actualidad.
Por último, y para igualar el número de puntos a favor y en contra, algo positivo para los países exportadores es poder contar con un número enorme de jugadores de gran calidad, de los cuales puede escoger para formar su seleccionado. No en vano se dice que Argentina y Brasil pudieran armar dos combinados nacionales y mantenerse competitivos, mientras que las potencias europeas no pudieran hacerlo a pesar de la superioridad en recursos económicos y técnicos.
En este caso me voy a reservar mi postura y les voy a ceder a ustedes la palabra para que expongan su punto de vista al respecto, y así debatirlo para tratar algo que muy pocas veces sucede cuando se habla de fútbol, estar de acuerdo.