¿Lo grito o no lo grito?

Después de una larga ausencia, he vuelto al ruedo. Así que los seguidores de este espacio (encabezados por la gente de Bera) pueden quedarse tranquilos, que el intento de arrebatarle el lugar que ya había alcanzado esta página, va quedar en eso...un intento (A ti te digo Rutina).

Alguna vez alguien dijo: “El que pega primero pega dos veces”, y es por eso que en este regreso busco un desenlace polémico que los conduzca a exponer sus comentarios con la pasión de hincha que todos tenemos.

Viendo la foto con la que decoré este artículo y luego de mi introducción se imaginarán una absurda comparación futbolística entre estos dos jugadores, pero antes de hacer clic en comentarios y disponerse a ñanzar improperios, les recomiendo no hagan lo de leer solo los títulos de los diarios y lean todo el artículo (aunque igual puteen después).

La comparación en este caso no es en cuanto a la técnica individual, ya que para mi Henry lo supera ampliamente a Pipo Inzaghi. Y es que aunque para mi los miles de elogios que llueven sobre el francés son desmedidos, es innegable que está entre los 10 mejores delanteros del mundo (no entre los 3 o 5), ranking en el cual el italiano lo corre desde muy atrás.

Pero hay un ranking en el las posiciones de estos dos jugadores se invierten claramente a favor del delantero del Milan: El Festejo de un Gol. Talvez dirán: “tanta previa para eso”, pero para mi no lo es. Varias veces hemos cerrado opiniones con la gran frase “Abrazo de Gol” (y sus derivados), dato que muestra claramente que la sensación después de convertir es única y digna de analizar. Es por eso que parto el debate desde dos posturas: La primera representada por Henry, seguramente uno de los más fríos al momento de festejar una conquista (será porque sus goles en partidos importantes son pocos); y la segunda, encabezada por Filippo Inzaghi, quien demuestra cada vez que le toca gritar un gol, que vive el fútbol de una manera muy pasional, detalle con el que me identifico plenamente.

Obvio que el hincha de cualquiera de los dos equipos (Arsenal y Milan), va a delirar cada vez que su equipo anote, sin importar el festejo de su delantero, pero el punto esta en señalar que prefiere cada uno como espectador y amante del fútbol. Es en estos casos que me inclino por ver un gol en la línea y sin arquero de Pipo, antes que aguantar el soberbio festejo de Henry tras un gol de fantasía. No son pocas las veces que la actitud del anotador después de convertir supere en la retina del espectador a la jugada que finalizó en la anotación: Quien no se acuerda del festejó de Palermo besándose los botines que tenían los colores de Estudiantes, o el del Bati cuando hizo por primera vez la metralleta en un partido con la Fiorentina, pero cuantos se acuerdan de los goles…no muchos.

Ahora no quiero que se mal interprete y que se tome mi postura como si estuviera en contra del buen juego. Es obvio que aplaudo y prefiero a los jugadores que son completos, diviertiendonos con su juego e identificándonos con su pasión, pero hay que ser realistas y aceptar que de estos jugadores no hay muchos. Es Por eso que quiero destacar a los troncos que juegan con el corazón en la boca por sobre los hábiles que lo hacen con la heladera en el pecho.

Espero que se prendan a este debate y manténganse en contacto que con la Copa Libertadores y la Copa de Campeones en la recta final habrá mucho de que hablar.